En la siempre estupenda unión de lo lo folclórico, lo literario y lo audiovisual que es Reflexiones de Repronto, hablan de las tribus urbanas, los góticos como post-punk y los precedentes del mismo https://minchinela.com/repronto/2021/02/01/capitulo-93-siniestro
El Dr. Repronto recita un fragmento de Los Pueblos de Azorín en el que se habla de las chicas lánguidas que van a los balnearios.
¿No sabéis que á estos manantiales acuden los enfermos estéticos, en la verdádera y primitiva acepción de esta palabra? Y ¿cómo podréis negar la íntima relación que existe entre el romanticismo y la tez pálida, las ojeras, la delgadez y la infinita desesperanza trágica? Si vosotros amáis esas muchachas románticas de pueblo, tan suaves, tan tristes, tan delicadas, tan fantaseadoras, que gimen, que lagrimean, que pasan súbitamente de una alegría a un desconsuelo, que guardan en el fondo de un cajoncito un retrato desteñido y unas cartas con timbres de un café o de una fonda, que tienen una enredadera, que tocan en el piano 'La marcha fúnebre de una muñeca', que leen a Campoamor y a Bécquer en un libro forrado con un periódico, que se miran al espejo de pronto para ver si se han puesto feas, que aguardan tras los visillos, en los días foscos del invierno, el paso de un transeunte desconocido, que tal vez es un galán que puede revolucionar nuestra vida...; si vosotros amáis a estas muchachas, venid a Urberuaga.
—"En Urberuaga", Los pueblos (1905). Azorín
En el capítulo identifican es "marcha fúnebre de una muñeca" con la Marcha fúnebre por una marioneta de Charles Gonoud (1872), famosa por ser la música introductoria del programa de Alfred Hitchcock
Pero como alguien menciona en los comentarios del vídeo en Youtube, parece mucho más apropiado el sonido del "Funeral para muñeco" de Tchaikovsky, que recorre el arco completo del pobre juguete
Op. 39 Album pour enfants, 24 pieces for piano (1878)
- The New Doll
- The Sick Doll
- The Doll's Funeral
En todo caso, la cosa podría llevarse mucho más lejos que a 1905, los góticos son, como dice Azorín, románticos, no en el sentido actual, o no completamente, sino como parte del movimiento de principios del siglo XIX llamado Romanticismo, época cumbre del costumbrismo y la descripción de arquetipos. Al tipo romántico, siniestro, gótico, emo, o la reencarnación léxica que toque, lo retrata Mesonero Romanos en "El romanticismo y los románticos" de 1837, texto acompañado de una ilustración que bien podría ser la de un Gary Oldman algo pocho.
De hecho Drácula se ambienta a principios del XIX, aunque la obra de Bram Stoker se publicó 52 años más tarde que la de Mesonero Romanos, quien tuvo que vivir la moda romántica en su esplendor.
Tal era la vera efigies de mi sobrino, y no hay que decir que tan uniforme tristura ofrecía no sé qué de siniestro e inanimado, de suerte que no pocas veces, cuando cruzado de brazos y la barba sumida en el pecho, se hallaba abismado en sus tétricas reflexiones, llegaba yo a dudar si era él mismo o sólo su traje colgado de una percha [...]
Ya que vio romantizada su persona, toda su atención se convirtió a romantizar igualmente sus ideas, su carácter y sus estudios. Por de pronto me declaró rotundamente su resolución contraria a seguir ninguna de las carreras que le propuse, asegurándome que encontraba en su corazón algo volcánico y sublime, incompatible con la exactitud matemática o con las fórmulas del foro; y después de largas disertaciones vine a sacar en consecuencia que la carrera que le parecía más análoga a sus circunstancias era la carrera de poeta, que según él es la que guía derechita al templo de la inmortalidad. [...]
Y aconteció, que para acabar de rematar lo poco que en él quedaba de seso, hubo de ver una tarde por entre los más labrados hierros de su balcón a cierta Melisendra de diez y ocho abriles, más pálida que una noche de luna, y más mortecina que lámpara sepulcral; con sus luengos cabellos trenzados a la Veneciana, y sus mangas a lo María Tudor, y su blanquísimo vestido aéreo a lo Estraniera, y su cinturón a la Esmeralda, y su cruz de oro al cuello a lo huérfana de Underlach.»
La literatura gótica como tal es un género muy concreto del que procede todo ese terror sobrenatural de castillos encantados, fantasmas que arrastran cadenas y cuadros vivientes proveniente de la tradición anglosajona y su obra geminal, El castillo de Otranto (1764) de Horace Walpole. Este género además nos daría dos siglos más tarde la primera "scary movie" literaria, la desternillante El Fantasma de Canterville (1887) de Oscar Wilde, que confronta toda aquel aparataje con el materialismo moderno.
Los románticos y el sucidio
Cuadros Sátiras del suicidio romántico
Prohibido suicidarse en primavera. Alejandro Casona.
Noches Lúgubres, de Cadalso. Una supuesta imitación de las noches de Young, pero que bien podría ser la primera obra romántica, hecha por uno de los principales ilustrados españoles. Irónicamente, ese epítome del romanticismo en lo personal que es Larra, mostró siempre en su obra un espíritu ilustrado. Son interesantes las reflexiones de Alborg?, creo, sobre que en España el Romanticismo no es un movimiento de Reacción a la Ilustración, sino herencia directa del mismo, Espronceda fue alumno de Alberto Lista, y prácticamente todos los románticos fueron liberales, aunque estuvieran por ahí Juan Nicolás Böhl de Faber y señora, ninguno se había criado en España, dando leccioncitas sobre de las esencias de la patria.